El surf es un deporte mundialmente conocido hoy en día. Multitud de personas lo practican, la industria mueve millones y hoy en día es misión imposible encontrar un pico solitario en prácticamente cualquier parte del mundo, pero ¿cuáles fueron los inicios de este popular deporte? ¿Qué acontecimientos han llevado al surf a convertirse en el deporte que es hoy en día? En el siguiente artículo analizaremos todo esto y más sobre los orígenes y la historia del surf.
Siglo XV o XVI: Los orígenes del surf
Los orígenes del surf son inciertos ya que no hay documentación escrita al respecto hasta el siglo XVIII, pero basándonos en leyendas y canciones Hawaianas sobre el surf se cree que este deporte se originó en diferentes islas del Pacífico, como la Polinesia, sobre el siglo XV o el XVI, donde sus habitantes cogían olas tumbados o de rodillas por diversión y para llevar el pescado que pescaban hasta la orilla de una manera más eficiente.
Algunos de estos indígenas del Pacífico emigraron hacia Hawaii, llevaron consigo el surf, al que denominaron como He’enalu, y lo desarrollaron hasta convertirse en un parte importante de su cultura.
Siglo XVIII: Los primeros testimonios del surf
En 1778 una expedición británica capitaneada por el Capitán James Cook se encuentra casualmente con un archipiélago de islas desconocidas cuando navegaban desde Tahití hasta América del Norte. Posteriormente llamaría a ese grupo de islas Hawaii.
Durante su estancia en las islas, una discusión entre los indígenas y los británicos motivada por el robo de una barca acabó con la muerte del Capitán Cook a manos indígenas. Tras este altercado, el Teniente James King tomó el mando y, tras presenciar a los locales practicando surf, fue él quien escribió las primeras líneas en su diario de abordo. Esta es la primera referencia escrita sobre el surf que existe:
“Uno de sus entretenimientos más comunes lo realizan en el agua, cuando el mar está crecido, y las olas rompen en la costa. Los hombres, entre 20 y 30, se dirigen mar adentro sorteando las olas; (…) Esperan un tiempo hasta que llegan las olas más grandes, entonces todos a la vez reman con sus brazos para permanecer en lo alto de la ola, y esta los impulsa con una velocidad impresionante; el arte consiste en guiar la plancha de manera que se mantengan en la dirección apropiada en lo alto de la ola conforme esta cambia de dirección.
(…) El motivo de esta diversión es solo entretenimiento y no tiene que ver con pruebas de destreza, con buenas olas entiendo que debe ser muy agradable, al menos ellos muestran un gran placer en la velocidad que este ejercicio les da.”
Antes de que los europeos llegaran a las islas, el surf era una parte muy importante de la cultura hawaiana. Era considerado una actividad de la alta sociedad: los nobles tenían playas privadas exclusivas para practicas surf y estos se hacían respetar ante los demás mostrando sus habilidades sobre la tabla. Además, se organizaban rituales para agradecer los buenos oleajes o pedir buenas olas en el futuro.
Siglos XIX y XX: La desaparición del surf
Tras la llegada de los primeros colonizadores europeos y americanos, a partir del 1778 empezaron 150 años de represión a la cultura y las costumbres hawaianas hasta alcanzar casi su total desaparición. Entre estas estaba el surf, que se veía como una práctica primitiva propia de salvajes.
Se impuso la forma de vida occidental y cristiana a la población local, desplazando la hawaiana hasta su extinción y sustituyéndola por una cultura de trabajo, modestia y religión. Además, los colonos europeos trajeron consigo nuevas enfermedades a las islas, contagiando a la población local que, al no tener defensas preparadas para ese tipo de males, murieron hasta casi el exterminio.
En los años 1840 escritores y periodistas norteamericanos viajaron hasta Hawaii interesados en conocer lo que habían leído sobre la cultura de esas islas pero, al ver las estrictas condiciones morales a las que el pueblo era sometido, empezaron a alzar la voz y a denunciarlo públicamente, creando consciencia sobre su cultura y sus tradiciones históricas, entre ellas el surf. Fue así como el surf se dio a conocer en occidente.
Los intereses comerciales (básicamente el cultivo de caña de azúcar) y estratégicos de Estados Unidos sobre Hawaii terminaron en diferentes golpes de estado motivados por los empresarios estadounidenses. Tras una década de agitación política, económica y social, en el año 1898 Estados Unidos consigue anexar Hawaii a su territorio apoyado por los marines. Veinte años más tarde el surf empezaría a resurgir en las costas hawaianas.
Principios del Siglo XX: El renacimiento del surf y su internacionalización
Para entender cómo el surf se empezó a popularizar de nuevo debemos de hablar de Duke Kajanamoku, un gran surfista hawaiano que durante los años ’10 y ‘20 viajó por todo el mundo mostrando la grandeza de este deporte y promoviéndolo en los diferentes países. Sus demostraciones impactaron a los asistentes y sirvieron de catapulta para lo que vino después.
En los años ’30 y ’40 el surf empezó a popularizarse en Australia, Perú y California, donde se organizaron los primeros campeonatos y donde aparecieron las primeras revistas de surf.
Aunque hubo un parón notorio durante la Segunda Guerra Mundial, el surf regresó con más fuerza tras la victoria de los aliados. Se empezaron a investigar nuevos materiales como la fibra de vidrio o el poliuretano y se empezó a experimentar con tablas de diferentes formas, cada vez más cortas, ligeras y finas. Esto llevó a lo que hoy se conoce como “La Revolución de las Tablas Cortas” o “The Shortboard Revolution” en los años 60, de la mano de figuras como Gerry López.
En esa década de los 60 fue también cuando el surf se popularizó de la mano de Hollywood y la cultura pop californiana como los Beach Boys, convirtiéndose en una moda y en un estilo de vida alternativo para cada vez más jóvenes.
Y como se suele decir: el resto es historia. En los ’70 el surf da el salto a Europa; se inventa el traje de neopreno; nacen grandes marcas como Billabong, Quicksilver o Rip Curl; se crea la Liga Mundial de Surf (World Surfing Leage); se fundan las primeras escuelas de surf y se organizan los primeros campeonatos locales, etc.
Lejos de sus inicios, actualmente el surf se ha convertido en una industria gigante que mueve millones de euros en todo el mundo, crea olas artificiales y capitaliza cada oportunidad de negocio relacionada con este deporte. A pesar de todo, cuando entras al agua con tu tabla bajo el brazo, empiezas a remar hacia el pico, te sientas en el line-up, esperas pacientemente tu ola y la surfeas, esa sensación nunca cambiará. Por muchos años que pasen, cada sesión de surf, cada ola y cada momento en el agua nos transporta a aquellos indígenas polinesios o hawaianos que solo querían divertirse, bailando con el océano, ola tras ola.
Si te ha picado el gusanillo y quieres revivir esas sensaciones ancestrales, ¡no te olvides de echar un ojo a nuestro surf camp en el Algarve!