Hoy en día el windsurf es un deporte muy popular que levanta pasiones en todo el mundo, pero ¿cuáles fueron sus orígenes? ¿Cómo se idearon las primeras tablas y velas? En el siguiente artículo vamos a adentrarnos en la historia de este espectacular deporte.
Los orígenes del windsurf se remontan a los años 30 del siglo XX, cuando al surfista e inventor estadounidense Tom Blake se le ocurrió la idea de situar una vela encima de su tabla de surf de 14 pies (4,26 metros) con el objetivo de aprovecharse de la fuerza del viento en lugar de remar, ahorrando energía para llegar al pico de las olas. A pesar de que Tom Blake es considerado un icono de la cultura surfer californiana y una pieza clave en la historia del surf moderno, esta no tuvo demasiado éxito. No fue hasta más de una década más tarde que se volvieron a retomar ideas parecidas a las de Blake.
En el año 1948, el también inventor estadounidense Newman Darby ideó una vela de mano cuadrada montada a un catamarán y, una década y media más tarde, a mediados de los ’60, creó una tabla rectangular de 10 pies de largura a la que se lo podía montar esa vela mediante una junta universal. A ese invento le puso el nombre de “Darby Sailboard” y, pese a que nunca se patentó su idea y esta no tuvo éxito, Newman Darby es considerado el padre de la tabla de windsurf.
La historia del desarrollo del windsurf tubo otro camino paralelo, el de los californianos Hoyle Schweitzer (surfista) y Jim Drake (ingeniero y marinero) quienes, inspirados por las ideas de Darby, patentaron la primera tabla de windsurf el febrero del 1969. Las primeras tablas median 3,5 metros de largo y pesaban 27 kg. Curiosamente, Darby, Drake y Schweitzer se enfrentarían en numerosas batallas legales sobre el reconocimiento de los derechos de la invención.
A lo largo de los años ’70 el windsurf empezó a popularizarse en todo el mundo, ganando fama internacional. El primer campeonato mundial tuvo lugar en 1974 y, a medida que el deporte ganaba fuerza, se implementaban mejoras prácticas en las velas y en las tablas. Una de ellas fue la incorporación de los footstraps, cuando dos locales de Hawaii decidieron colocar unas cinchas de sujeción a la tabla para anclar los pies y evitar resbalones y pérdidas de control, mejorando la estabilidad de las y de los windsurfers en las condiciones de viento y de oleaje más exigentes.
En los años ’80 tuvo lugar el despegue definitivo del deporte gracias a la fabricación industrial de material de windsurf. Se mejoró el diseño del windsurf para permitir el waterstart, se redujo el tamaño de la tabla y de la botavara, se mejoró el diseño de la vela y cada vez se descubrían nuevos lugares donde practicar windsurf alrededor del mundo, desde Hawaii hasta Tarifa, Inglaterra o Nueva Zelanda. El reconocimiento definitivo de este deporte llegó en 1984, cuando fue declarado el deporte más joven de la historia en llegar a los los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.
Hoy en día el windsurf sigue evolucionando de la mano de grandes figuras como Kai Lenny, Roby Naish o Laird Hamilton, quienes continúan elevando los límites de un deporte que nunca dejará de divertir y de apasionar a millones de personas de alrededor del mundo.
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